Abstract:
El tomate es la hortaliza más cultivada en el mundo, ocupa el primer lugar tanto
en superficie como en volumen de producción (FLAÑOIPINZA A., 2013). A
nivel mundial, la producción de tomate es una actividad económica muy
importante con una larga tradición, cultura productiva y en franca expansión,
constituyéndose en uno de los rubros más promisorios, tanto por su estabilidad
comercial como por la posibilidad de generar valor agregado, generar empleo
agrícola y no agrícola de calidad y en un amplio espectro; mostrando niveles de
productividad por área muy satisfactorios pese a los múltiples problemas con que
se enfrentan los productores al cultivar, producir y comercializar (MADRIGAL J.
Y CASTILLO M. 2007).
El MINISTERIO DE FOMENTO, INDUSTRIA Y COMERCIO, MIFIC (2007)
de Nicaragua informa que el comercio internacional del tomate está localizado en
dos áreas concretas, con alto poder adquisitivo que son la Unión Europea y
Estados Unidos (EEUU). Los países que suministran a la Unión Europea son,
España, Holanda (comercio intracomunitario) y Marruecos. En el caso de EEUU
el tomate consumido proviene de México y Canadá, mientras que España y sobre
todo Holanda están logrando introducir tomate de invernado en los mercados
canadienses y estadounidenses.
El CENTRO DE EXPORTACIÓN E INVERSIÓN DE LA REPUBLICA
DOMINICANA, CEI-RD (2012) reporta que en el período comprendido entre
2006-2010, la producción mundial de tomate experimentó leves alzas que
ayudaron a los horticultores a obtener mayores beneficios de sus cosechas. La
producción global para el 2010 fue de 145 751 millones de toneladas, mientras
que el consumo mantuvo un crecimiento sostenido de alrededor del 2,5% en los
últimos 15 años. El crecimiento acumulado de la producción mundial de tomates.