Resumen:
El agua ha jugado un papel esencial en el proceso evolutivo y cultural del hombre, el control de las fuentes de agua en áreas donde las lluvias no son suficientes, envuelve el desarrollo de complejos sistemas de riego en los cuales el conocimiento de los factores involucrados como son el suelo, los requerimientos de agua de los cultivos y los problemas de salinidad constituyen la base de la funcionalidad del sistema y su desconocimiento puede conducir a desastres ecológicos.
Ante una creciente demanda de los recursos hídricos, la sociedad es consciente de que la agricultura de regadío es el principal sector consumidor de agua, un recurso limitado y muchas veces escaso o de mala calidad, por lo que el manejo del agua merece una atención especial.
El continuo cambio tecnológico ha supuesto el desarrollo de los sistemas de riego, que permiten la aplicación del agua a los cultivos de una forma localizada y precisa, incrementándose notablemente la eficiencia de riego.
La ONU y la FAO, citadas por SICA (2001), sobre áreas cultivadas de pimiento, ubican a Ecuador en el puesto 56 entre 99 países productores, con una extensión de 1800 hectáreas con una participación del 0,03 % de la producción mundial.
Según el último censo Nacional Agropecuario (2009), en el Ecuador se cultiva 956 hectáreas de monocultivo y 189 hectáreas como cultivo, siendo distribuidas en las provincias de Manabí, Guayas, Santa Elena, Los Ríos y Esmeraldas las de mayor producción.