Resumen:
La sandía es originaria de África del Sur y se introdujo en Estados Unidos, de donde se propagó y se distribuyó por todo el mundo, es muy apetecida en los mercados nacionales e internacionales por su exquisito sabor y su alto contenido en vitaminas (Manual Agropecuario 2002).
Según el Censo Nacional Agropecuario del 2001 de la superficie del Ecuador, con un promedio de 27 millones de hectáreas, alrededor del 30 % corresponde a suelos de uso agropecuario, de los cuales un 25 % se dedican a la actividad agrícola de cultivos de ciclo corto entre estos la sandía.
Los cultivos de sandía se adaptan muy bien al trópico, siendo las zonas más importantes las provincias de Manabí, Santa Elena, Guayas y Los Ríos. En la península de Santa Elena, los sectores dedicados a la producción de sandía, tienen un promedio 1-5 hectáreas, entre productores pequeños y 10-30 ha entre los medianos. La sandía es una de las hortalizas que más se cultiva; se siembra en la época de octubre a mayo; representa ingresos significativos para agricultores de la zona norte y central de la Península de Santa Elena.
Según CEDEGE (2008) la superficie de riego total que abarca en la Península de Santa Elena es de aproximadamente 50680 hectáreas, de las cuales un 13 % están siendo cultivadas con especies frutales y hortícolas. Existen dos problemas que enfrenta este ecosistema, uno es el aumento de la salinidad en el suelo causada por sistemas inadecuados de irrigación y con aguas de baja calidad, y el otro es el déficit de agua de riego, debido a las bajas precipitaciones con respecto al consumo de agua de los cultivos, sumado a esto el uso irracional del agua en la producción agrícola con fines únicamente lucrativos antes que sostenible y que al cabo de algunos años pondría en riesgo la producción de cultivos de ciclo corto como la sandía.