Caracterización de los sistemas de producción caprina en la parroquia Santa Elena

Abstract

DUCOING (2010) indica que en la historia de la humanidad, el ganado caprino, pese a la importancia que ha tenido en el desarrollo de las civilizaciones humanas, ha sido generalmente olvidado y destinado a ocupar las zonas áridas y semiáridas con capacidad agrícola muy baja, llevándose a cabo su aprovechamiento bajo entornos de tipo extensivo. Es por esto, que ésta especie ha desarrollado una excelente capacidad de supervivencia y poca variedad alimenticia ante el aporte vegetativo que se le ofrece, haciéndola responsable del deterioro ecológico que se produce debido al pastoreo constante que se lleva a cabo en tales regiones, en sistemas en las cuales se incluyen las otras especies de rumiantes domésticos (bovinos y ovinos). BOUTOIAL (2014) un estudio realizado por la Universidad de Murcia, sostiene que mediante censo mundial la ganadería caprina sigue creciendo, situándose en 909 691 096 cabezas de ganado, cifra de la cual la mayor parte se concentra en el continente asiático con 539 365 487, África con 310 890 553, luego está América con 37 443 509, Europa posee 17 068 156 y por último Oceanía con 492 339. El mundo produjo en 2012, según datos de la ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA (FAO), un total de 5,3 millones de toneladas de carne caprina, de las cuales 87 800 toneladas correspondieron a la Unión Europea, cuyos máximos productores son Grecia con 44 600 toneladas, Francia con 12 024 toneladas, y España con 9 681 toneladas, luego están Rumania, con 7 719 toneladas; Bulgaria con 3 230 toneladas y Chipre que pese a su pequeño tamaño contó con 2 716 toneladas.