Abstract:
A lo largo de la historia del Ecuador, la justicia indígena ha experimentado una evolución significativa. En el pasado, estos derechos no eran debidamente reconocidos y las comunidades indígenas no tenían acceso a una justicia adecuada. Sin embargo, debido al impacto social y político de las luchas de los indígenas, se produjeron importantes cambios en la década de los 90. En el año 1990, el Levantamiento del Inti Raymi marcó un punto de inflexión, buscando el reconocimiento de los derechos territoriales y la plurinacionalidad. Posteriormente, en la Constitución del Ecuador vigente desde 2008, se reconoce y garantiza la participación de las comunidades indígenas, el pueblo afroecuatoriano y el pueblo montubio como parte del Estado ecuatoriano. Estos avances han permitido que la justicia indígena trascienda el ámbito jurisdiccional y administrativo. Se han promulgado leyes y se han creado instancias para proteger los derechos indígenas y respetar su autonomía. La Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la ONU en 2007, destaca la importancia de la libre determinación de las comunidades indígenas, reconociendo su derecho a decidir autónomamente sobre su vida, estilo y organización