Resumen:
El tomate es una de las hortalizas más difundidas en todo el mundo, su demanda aumenta continuamente y con ella su cultivo, producción y comercio. El incremento anual de la producción en los últimos años se debe principalmente a la demanda del producto, ya que cada ecuatoriano consume en promedio cuatro kilos de tomate riñón al año (ALMEIDA, E. 2011).
Su importancia radica en que posee cualidades para integrar la preparación de alimentos, lo que convierte al tomate en un ingrediente básico en la dieta diaria. El consumo de tomate se realiza en crudo o en ensaladas, cocinado para darle sabor a las comidas o industrializado en forma de salsa. El tomate es muy apetecido por ser un alimento de fácil digestión y rico en vitaminas A, B y C y minerales así como fósforo, potasio, hierro, calcio y licopeno.
En el 2012, a nivel mundial, China fue el primer productor con más de 50 millones de toneladas anuales, India ocupó el segundo lugar con volúmenes de alrededor de 17,5 millones del total seguido por Estados Unidos que aportó 13,2 millones (ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA, 2012).
Países como Chile, España, Brasil e Italia han logrado rendimientos medios mayores de 50 toneladas por hectárea. Brasil y Chile son los productores más importantes del Hemisferio Sur y representan el 3,5% y el 3% del volumen total, respectivamente (FAO, 2014).