Resumen:
La creciente demanda de los recursos hídricos por la agricultura de regadío quien es el principal consumidor de agua, un recurso limitado y muchas veces escaso o de mala calidad, por lo que su manejo merece una atención especial; es conveniente el continuo cambio tecnológico que ha supuesto el desarrollo de los sistemas de riego localizado de alta frecuencia, que permiten la aplicación del agua a los cultivos de una forma determinada y precisa, ha incrementado notablemente la eficiencia del uso del agua de riego.
Cuantificar el uso consuntivo de los cultivos ha generado una serie de métodos producto de investigaciones, unos utilizan datos climáticos como temperatura, brillo solar y de más datos meteorológicos que en muchos de los casos son difíciles de obtener y mucho más para los agricultores de calcular la demanda de agua de los cultivos; no obstante existen otros métodos prácticos y ampliamente utilizados y aceptados con buenos resultados, tal es el caso de la tina de evaporación clase A que integra los efectos climáticos que afectan al cultivo y como consecuencia, permita determinar la lámina de riego a reponer de manera práctica.
La Península de Santa Elena, se caracteriza por un potencial agrícola extraordinario a lo largo de todo el año, especialmente en cultivos no tradicionales de exportación, como frutales y de ciclo corto.
El maíz es uno de los productos de mayor demanda, tanto para consumo humano como para alimento balanceado utilizado en la cría de animales. Por este motivo en la actualidad se está incentivando el cultivo de este producto a través de entidades gubernamentales siendo desarrolladas alrededor de 840 hectáreas del cultivo con riego por goteo en la provincia de Santa Elena, pues esta zona presenta excelentes condiciones de suelo y clima para el desarrollo de la agricultura; sin embargo aún no se realizan estudios en la región peninsular del uso consuntivo de este cultivo como de otros cultivares que permitan el uso racional del recurso hídrico.