Resumen:
El Ecuador dispone de condiciones ambientales favorables para el cultivo de una
infinidad de especies vegetales que pueden ser consideradas como hortalizas,
tanto en la Sierra como en la Costa.
Según estadísticas del proyecto para la “Reorientación del sector agropecuario”,
del Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el Ecuador se dedican en la
actualidad alrededor de 40 000 hectáreas al cultivo de hortalizas, siendo las de
mayor importancia por área sembrada: cebolla colorada 7 920 ha, tomate riñón 7
560 ha, cebolla blanca 4 230 ha, sandía 3 860 ha, melón 3 430 ha y zanahoria
amarilla 2 800 ha. Por volúmenes de producción sobresale el tomate riñón 89 866
t /año y la sandía 50 642 t /año.
“Las principales zonas productoras se encuentran distribuidas casi en su totalidad
en la Costa. Guayas que es el mayor productor posee el 48,7 % del total de
unidades productivas agropecuarias (UPA) con una superficie cosechada equivalente
al 48,2 %; esta producción se encuentra concentrada mayormente entre
agricultores individuales, mientras que en las UPAs asociadas poseen el 27 % del
total. Luego se encuentra Manabí con 41,0 % respecto del total de UPAs y una
superficie cosechada equivalente del 44,4 % entre agricultores individuales; por
otro lado, entre los agricultores asociados registraron en unidades productoras
agrícolas el 27 % con una área cosechada correspondiente al 14,1 %.
En relación con la estructura de las UPA, Santa Elena se caracteriza más bien por
tener pequeñas explotaciones, ya que el 74 % de las 3 245 UPA en la provincia tiene de 0 a 20 ha, (2 411 UPA), y ocupa el 8 % de la superficie con uso
agropecuario (13 998 ha). En este grupo, el tamaño promedio por finca es de 5,8
ha/UPA.
Según el Ministerio de Coordinación de la Producción, Empleo y Competitividad
(Junio 2011), en Santa Elena, se cultiva una gran variedad de productos
agropecuarios de manera transitoria, sin embargo, 16 productos entre ellos el
cultivo de sandía (335 ha) representan el 99 % del área empleada en esta provincia
para estos rubros.
A pesar del incremento de la productividad, poco a poco los rendimientos están
decreciendo pues el cultivo de sandía en el mismo suelo trae consigo la aparición
de enfermedades, especialmente Fusarium que en la mayoría de los casos
conlleva a la muerte de las plantas y por tanto el decrecimiento de la producción.
Según datos no publicados del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura
y Pesca (MAGAP) la producción ha caído en forma significativa por lo expuesto
anteriormente.
Una alternativa para combatir los hongos del suelo es injertar sandía sobre
calabazas, pues permite un cultivo más vigoroso, además de una fruta de mejor
calidad.