Resumen:
La preocupación por la calidad y pertinencia de la educación superior a nivel mundial, ha hecho que el Ecuador adopte e implemente reformas en sus procesos legislativos, administrativos y operativos en materia de educación superior. Empero, el exceso de celo en el cumplimiento de esta tarea ha hecho que se pasen por alto y se obvien algunos principios genéticos básicos de la educación-formación universitaria de tercer nivel (profesional y/o de grado). El presente artículo busca propiciar la necesaria y muy postergada discusión respecto a una realidad que se ha pretendido desconocer y obviar, producto de factores de entropía generados en ópticas y políticas neoliberales, la formación de investigadores profesionales, de nivel uno, en el tercer nivel. En otras palabras, de profesionales de grado (Licenciatura – Ingeniería) cuyo ejercicio estará dedicado en más de un 90% a actividades de investigación, y que, eventualmente, podrán ingresar a la carrera docente universitaria y al fortalecimiento complementario y progresivo de su perfil profesional de investigador a nivel del postgrado (Maestría y Doctorado Filosofal), en concordancia al mandato y encargo social que han recibido desde sus mismos orígenes las universidades.