Resumen:
La sandía (Citrullus lanatus Thunb) es la especie de cucurbitáceas que ocupa uno de los primeros lugares en orden de importancia a nivel mundial, debido a las 25 millones de hectáreas plantadas anualmente donde se producen 47,6 millones de toneladas métricas. En Sudamérica se cultiva sandía en una extensión de 150 000 ha con una producción de 1,5 millones de toneladas métricas, siendo Brasil con 765 000 toneladas métricas el principal productor, siguiéndole en importancia Argentina y Paraguay (SIAP, 2008, en línea). La sandía es la fruta que más agua contiene, casi el 95 % de su peso. Su poder hidratante, unido a un sabor dulce y a la facilidad que ofrece para ser consumida, la convierte en la reina de las frutas durante el periodo caluroso. Además, por su escaso aporte calórico, está siempre presente en las dietas de adelgazamiento. La sandía, es también conocida como patilla o melón de agua, es uno de los frutos de mayor tamaño de cuantos se conocen y puede alcanzar hasta los 13 kilos de peso. Incluye unas 850 especies de plantas herbáceas que producen frutos generalmente de gran tamaño y protegidos por una corteza dura.
Según datos proporcionados por el Tercer Censo Agropecuario 2002, en el Ecuador se sembraron 1 905 ha de sandía como monocultivo, en 1 788 unidades de producción agropecuaria (UPAs.). La producción fue de 25 818 toneladas métricas. Además, se sembraron las 363 ha de sandía en cultivos asociados que produjeron 273 toneladas métricas. La siembra de sandía en el Ecuador es desde mayo hasta octubre y se han presentado exportaciones entre los meses de septiembre y diciembre. La provincia que cuenta con una mayor superficie cultivada de sandía es Guayas con un 49 %, en segundo lugar se encuentra Manabí con un 44 %, seguida de Los Ríos y Galápagos que tienen una participación de 3 % y 1 %, respectivamente; otros con 3 %. El problema fitosanitario más fuerte que en la actualidad presenta la sandía es causado por el patógeno del suelo Fusarium oxysporum sp. niveum, el cual ocasiona muerte total de las plantas, previo a la cosecha o antes, dependiendo de la severidad de la infección. Esta especie de Fusarium, principal patógeno de tipo vascular que ataca a esta cucurbitácea, es causante de la muerte de plantas en todas las áreas productoras del mundo. De la misma manera varios de los ecosistemas agrícolas de las regiones tropicales y subtropicales en el Ecuador han sido severamente afectados por algunas especies de “mosca blanca”, quien en los últimos años se ha convertido en una plaga y vector de algunos virus importantes.