Resumen:
La educación está en constante evolución. Ante nosotros se abre un amplio abanico de
posibilidades que prometen transformar radicalmente el ámbito educativo. La inclusión
estratégica del juego como herramienta pedagógica es, sin duda, uno de los enfoques más
prometedores hacia el futuro. Esta metodología no solo tiene el potencial de hacer que el
aprendizaje sea más atractivo y significativo para los estudiantes, sino que también prepara el
terreno para una generación de pensadores críticos, creativos y adaptativos. La implementación
de valores educativos en el currículo requiere de estrategias innovadoras y un compromiso por
parte de toda la comunidad educativa. Esto incluye la incorporación de proyectos
interdisciplinarios que promuevan la reflexión crítica, la empatía y la colaboración. La
adopción de métodos de enseñanza participativos, como el aprendizaje servicio, permite a los
estudiantes aplicar los conocimientos adquiridos en la solución de problemas reales,
fomentando así la internalización de los valores.