Resumen:
El juego es fundamental para el desarrollo integral de los niños en la educación inicial,
favoreciendo tanto su crecimiento cognitivo, motor y emocional. Sin embargo, muchos
docentes no participan activamente en actividades lúdicas debido a la falta de estrategias
pedagógicas y formación específica. El enfoque del juego-trabajo, que organiza espacios
educativos donde los niños realizan actividades grupales adaptadas a su desarrollo, se presenta
como una solución eficaz para mejorar estas habilidades. Este método promueve la
creatividad, la cooperación y el aprendizaje a través de actividades como juegos de roles y
circuitos sensoriales, que mejoran la coordinación, el equilibrio y la independencia de los
niños. Para su implementación exitosa, es crucial capacitar a los maestros y crear espacios
adecuados que favorezcan el aprendizaje activo. En resumen, el juego-trabajo es una
herramienta poderosa que impulsa el desarrollo psicomotor y emocional, y debe ser adoptado
como parte esencial del currículo en educación inicial.