Resumen:
El derecho de alimentos para adultos mayores, lejos de constituirse en un
conglomerado de herramientas elaboradas para garantizar su cumplimiento por medio de
la vía judicial, visto desde la perspectiva del presente ensayo, constituye un tema que aún
carece de un procedimiento único y eficaz que facilite que los adultos mayores puedan
exigir una pensión digna que permita su subsistencia, más aún cuando vivimos en una
sociedad caracterizada por individuos (hombres y mujeres) inestables afectiva y
emocionalmente, que pueden llegar a olvidar el deber y responsabilidad que tienen de
auxiliar a sus progenitores que han llegado a una edad avanzada y necesitan de cuidados.
Las normas referidas durante el presente análisis logran darle voz a un grupo prioritario
de la población ecuatoriana que históricamente no ha sido escuchado, excluido por sus
mismos descendientes, que tal y como se puede evidenciar, tienen la obligación de
satisfacer todas las necesidades propias de su edad avanzada, en cuanto a su vitalidad y
condiciones de salud.
Sin embargo, queda un sabor agridulce, ya que las normas vigentes no son una vía
efectiva y surge la idea principal de concienciar sobre la ausencia de normas sustantivas
que abarquen el tema de alimentos para adultos mayores, y que responsabilicen a los hijos
de dar el sustento para sus padres, reformando a que la sociedad reconozca el
merecimiento que tienen los padres de una vejez digna conforme lo garantiza la
Constitución de la Republica del Ecuador.