Resumen:
En la actualidad la zona central de la provincia de Santa Elena cuenta con aproximadamente 42 000 hectáreas, bajo la influencia del trasvase de las aguas del Daule Peripa. Sin embargo, los pobladores autóctonos de la Península de Santa Elena que actualmente ocupan tierras comunales en las zonas aledañas del Azúcar, Zapotal, Buenos Aires y Villingota no han logrado realizar una actividad productiva sustentable, debido a la falta de información tecnológica y de mercado. Por eso, se hace necesario aprovechar aquellos recursos con los cuales se cuenta, con miras a mejorar la calidad de vida de estos sectores marginales. La explotación de cabras puede mejorar la economía campesina y convertirse en el eje fundamental de una microempresa comunitaria, mediante la producción y comercialización de carne. La actividad caprina resulta una excelente opción para emprendedores de esta zona rural que, preocupados por integrarse a una actividad económica productiva, buscan opciones que no impliquen demasiados gastos de inversión y que generen ingresos directos a sus comunidades.
Uno de los aspectos esenciales es la nutrición de los animales de la finca. Sin embargo, éste no ha sido aplicado eficientemente para optimizar la producción y llevarla a los niveles más altos de productividad como de comercialización. Aún, algunas haciendas en zonas aledañas, con tradición cárnica no manejan técnicamente una ración balanceada para proporcionar a los animales todos los nutrimentos indispensables para su mantenimiento corporal y la producción caprina. El desarrollo del ganado caprino en el área costera del Ecuador basado en la raza Anglonubian, considerada como de doble propósito, ha sido utilizada.