Resumen:
El taekwondo, como disciplina precursora en el mundo, ha trascendido su función original de defensa personal para convertirse en un arte de meditación y en una actividad física que beneficia a personas de todas las clases sociales, razas, géneros y edades. Esta práctica abarca múltiples aspectos del desarrollo humano, incluyendo los físicos, motores, fisiológicos y psicológicos, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida en general. La práctica del taekwondo implica la ejecución de movimientos y técnicas organizadas y sincronizadas, conocidas como ejercicios de orden marcial. Estos ejercicios, realizados por un grupo de 5 niños de taekwondo durante un período de 90 días, fueron objeto de un estudio de tipo descriptivo, con el objetivo de investigar cómo pueden influir en la disminución de la hiperactividad en los niños. Los resultados obtenidos fueron prometedores, ya que se observó una marcada reducción en los síntomas de hiperactividad, como la excesiva actividad, la falta de atención y la impulsividad. Este hallazgo respalda la eficacia de los ejercicios de orden marcial como una estrategia para abordar y mitigar los problemas de hiperactividad en los niños. Además de mejorar su comportamiento, se observó un impacto positivo en su capacidad para mantener la atención y regular sus impulsos. Es importante destacar que el taekwondo, además de sus beneficios físicos, también tiene un fuerte enfoque en la formación del carácter y el fomento de valores humanos en los practicantes, especialmente en el caso de los niños. La disciplina, el respeto, la perseverancia y la autoconfianza son algunos de los valores inculcados a través de la práctica constante del taekwondo.
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