Resumen:
En América Latina, los ingenieros agropecuarios egresan y en su mayoría se vinculan a áreas productivas, que se encuentran en territorios rurales, y por lo general constituyen las zonas más vulnerables a la injusticia social, la inequidad y mayor arraigo de prejuicios que se defienden en nombre de las culturas. Estas situaciones de la profesión y de la sociedad, unidas a las grandes problemáticas del mundo agropecuario, donde emerge una nueva ruralidad, demandan una formación profesional diferente, donde los problemas contemporáneos aparezcan con fundamento académico y de igual modo se desarrollen los dispositivos del conocimiento, que resulten suficientes para integrar el quehacer profesional, así como las competencias generales y específicas de la carrera en la formación de un ser humano enriquecido en sus valores y con un alto grado de profesionalidad.